Absuelta de estafa una curandera porque sus clientes debían estar 'informados'
Resulta que la señora Nuria Montero Gallardo debia tener un chiringuito estafatorio en cualquier plazoleta de barrio, donde se ofrecian curaciones de cancer y sida via la reputada tactica de la fotocirioterapia, esto es, poner una foto delante de un cirio.
A los lectores de este blog, els quiero asegurar que este tratamiento no tiene absolutamente ningun efecto secundario en la persona, asi que os animo a probar esta cura. Seguramente os morireis antes de saber si funciona o no. Aay!! lastima!! Porque no debi empezar antes el tratamiento fotocirioteropata!!
Podriamos hacer extensible a esta tecnica los grandes postulados homeopatas.
- Cuantas menos fotografias se pongan delante de un cirio, mayor sera el efecto. Es recomendable poner solo una.
- Debido a la propiedad de la memoria del cirio, este adquiere las cualidades de la fotografia con la que esta en contacto. La piedra filosofal de la industria de la celulosa.
- Nunca se puede usar el mismo tratamiento a los mismos sintomas. Cada paciente es independiente y requiere de cirios diferentes: los tenemos con forma de pene, de Fernando Alonso, de vela normal y corriente. Podemos escoger con olor a chocolate, azafran. Los colores recomendados son el "rojo sangre" y el "verde natura", todo depende de la enfermedad que se tenga.
Lo que no esta tan bien es lo que viene a continuacion: Nuria fue condenada a 2 años de carcel y 18.000€ de indemnizacion(este mismo dinero fue anteriormente pagado por la familia afectada), dinero que se va a ahorra por la ineptitud del codigo penal actual que entiende dentro del marco legal la hechizeria y la mentira vestidas de estafa. Segun el magistrado Jose Antonio Martin Pallin:
no se da el suficiente engaño para condenarla por un delito de estafa, porque "el ciudadano medio de nuestra sociedad, tiene un nivel de información sobre estas enfermedades y sus características, que difícilmente puede alegar confianza racional en poderes paranormales".
"Se considera que no existe estafa cuando el sujeto pasivo acude a médium, magos, poseedores de poderes ocultos, echadoras de cartas o de buenaventura o falsos adivinos, cuyas actividades no puedan considerarse como generadoras de un engaño socialmente admisible que origine o sean la base para una respuesta penal. En estos casos se considera que el engaño es tan burdo e inadmisible que resulta inidóneo para erigirse en el fundamento de un delito de estafa"Mas:
"Se considera que no existe estafa cuando el sujeto pasivo acude a médium, magos, poseedores de poderes ocultos, echadoras de cartas o de buenaventura o falsos adivinos, cuyas actividades no puedan considerarse como generadoras de un engaño socialmente admisible que origine o sean la base para una respuesta penal. En estos casos se considera que el engaño es tan burdo e inadmisible que resulta inidóneo para erigirse en el fundamento de un delito de estafa"
Cito el ultimo paragrafo de la noticia extraida del diario ElMundo que podeis ver al completo aqui:
Una vez más, la charlataneria y la estafa quedan indemnes. Mientras, como he dicho en otras ocasiones, la gente seguirá llevando a sus hijos a curanderos antes que a medicos, y asi nos va...En febrero de 2001, dos de los hijos de un enfermo incurable acudieron al domicilio de Nuria Montero Gallardo en Jerez de la Frontera, porque una tía suya les había dicho que tenía "poderes" y que estaba sanando a un familiar suyo.
Tras ver una fotografía de su padre les dijo que le podría curar si empezaba el tratamiento antes de una semana a cambio de 18.000 euros, de los que los clientes descontaron lo que les costó un pájaro llamado 'Inseparable' que compraron en Ubrique, porque la curandera decía que necesitaba sacrificar animales y extraerles los mismos órganos que tenía enfermos el padre. Entre los métodos utilizados para la sanación figuraba poner una vela y un vaso de agua delante de la foto del padre.
Para conseguir el dinero, los hermanos tuvieron que pedir un crédito que cuando se dictó la primera sentencia seguían pagando. En un momento determinado, la hija enfermó y fue ingresada en el hospital; la curandera le dijo que le había pasado el cáncer de su padre. En julio de 2001, el hombre murió.
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