Un día, de sopetón, llego a mi casa un paquete bastante gordo. No había comprado nada últimamente, y menos fuera de Girona. ¡Era la promoción de Bloguzz!

Gracias a Bloguzz, he podido leerme este libro, El Nombre del Viento. Pero antes de hablar de el, quisiera destacar el packaging. Además de venir el libro en impecable estado, se adjuntaba una carpeta muy misteriosa. Al abrirla, me encontré con un documento muy logrado donde habían fragmentos del libro, pero lo interesante era la ambientación de esa carpeta, el tacto...¡incluso venia con hojas de árbol por ahí sueltas! Se notaba que por ahí, el viento sopla de lo lindo. En serio, un packaging espectacular y que por que no decirlo, se agradece.


Pero ahora vayamos al libro. La encuadernación es sencillamente genial, misteriosa y las letras del titulo hacen un contraste con el color de fondo de la portada muy logrado. Os copio la contraportada:

"He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.

Me llamo Kvothe. Quizá hayas oído hablar de mí"

Así te anima Patrick Rothfuss a devorar su libro.

Debo reconocerlo, no soy muy amigo de los libros fantásticos. Sí, el Señor de los Anillos no me llamó la atención. De hecho, hasta el momento, el único libro de este tipo que me absorbió por completo fue La Historia Interminable.
Sin embargo, a pesar de esto, creí que era una buena ocasión volver a darle una oportunidad a la fantasía con El Nombre del Viento. Y me puse a ello.

Kvothe es un posadero que pasa sus días apaciblemente sirviendo bebidas o proporcionando comida a borrachos, viajantes y prostitutas. Tiene un joven compañero llamado Bast, al que misteriosamente parece que le esta enseñando algunas lecturas. Su vida es normal. En el pueblo no ocurre nunca nada. No hay noticias nuevas de las que sorprenden. Todo sigue igual. Parece que el tiempo se ha parado. Sin embargo un día, tres habituales de la posada, se presentan asustados con un extraño ser. Muerto, por supuesto. Entre los los cuatro, deciden que no hay nada de que preocuparse. Pero Kvothe no opina lo mismo. No piensa lo mismo, y ni mucho menos, no dice lo mismo. Una atormentada historia esta volviendo a su cabeza después de muchos años sin pensar en ella.

Tras estos acontecimientos y otros que no explicaré, un buen día, Kvothe acoge en su posada a un escritor, a un cronista como le llaman. Pero no es un cronista cualquiera, es el mas famoso de ellos: El Cronista. Y este, como hombre culto que es, reconoce a un Kvothe que hasta ese momento había pasado desapercibido durante años en ese pueblo. A cambio de que no cuente más de lo que debe, Cronista exige saber la historia real de Kvothe a lo que este accede.

El Kvothe joven es chico joven que viaja con sus padres en una rúa que recorre ciudades, pueblos y países, llevando las artes escénicas, la música y los cuentos. El es feliz en esta vida. Tiene todo lo que desea: una vida más o menos estable, amigos, unos padres atentos. Es feliz. Pero Kvothe tiene algo que le hace diferente. Tiene un pelo rojo como el fuego. Una lucidez mental impropia de su edad (entre 9 y 10 años si no recuerdo mal) Memoriza la letra de las canciones con tan solo escucharlas una vez. Aprende los juegos de magia de sus compañeros muy rápido, e incluso es capaz de adivinar por si solo como se hacen. Alguien podría decir que se trata de un chico inteligente, pero Kvothe es más. Es Kvothe.

Toda su vida transcurre más o menos normal, hasta que un buen día conoce a Abenthy, un Arcanista Sublime. Escribano, zahorí, boticario, dentista. Vende artículos insólitos, cura todo tipo de dolencias, encuentra objetos perdidos, repara de todo. No hace horóscopos. Filtros de amor tampoco y menos aun, felonías.
Y Kvothe deduce rápido que puede aprender muchísimas cosas de Abenthy, y Abenthy se da cuenta de que Kvothe es simplemente una esponja.

Así transcurren los días. Uno enseñando y otro aprendiendo. Unos dias discuten y otros no pueden separarse en ningún momento. Kvothe es feliz, ahora si se siente completo. Pero falta algo, algo que Abenthy nunca quiere enseñarle. Kvothe le vio hacer algo a Abenthy que solo había escuchado en los cuentos y leyendas. Kvothe vio como Abenthy llamaba al Viento.

Aun con estas, un buen día sus caminos se separan y entonces comienza la peor vida posible para Kvothe, alguien que hasta hace poco lo tenia todo.

Pero no os voy a contar mas, porque lo que sigue, es algo que pertenece a El Nombre del Viento.

¿No quieres saberlo?



Debo decir que la lectura es amena y agradable. Realmente es un libro muy bueno. Los capítulos no son excesivamente largos, lo que ayuda mucho en caso de no tener demasiado tiempo seguido para la lectura. Tiene muchas, muchísimas historias paralelas. Cuentos realmente originales. Personalmente, me encanta la historia de Selitos y Lanre. Tiene tintes épicos.
Realmente es una lectura fresca y rápida (eso a pesar de sus mas de 800 paginas). El libro bebe directamente de grandes de la literatura fantástica como Tolkien o Le Guin. Sin duda, este libro es de los buenos. Si os pica la curiosidad, aquí podéis leer las primeras 18 paginas.

Actualmente, Patrick Rothfuss esta trabajando en la que sera la segunda parte de esta historia: El temor de un hombre sabio.

Yo seguiré la trilogia. Te animo a que tu la empieces.


Saludos a todos.

Skizo.