La experiencia de hablar a niños de primaria
sábado, junio 04, 2011
Deja un comentario
El pasado viernes día 4 de Febrero viví una experiencia única para mí. Adelanto ya, que nunca nada me ha llenado tanto como las dos horas que les dediqué a unos curiosos niños de primaria del colegio Narcís Monturiol de Roses. He dado charlas en mil sitios más, pero nunca nada me ha dejado con tal sensación de plenitud llamémosle... ¿espiritual? Fue increible.
Una buena amiga que es profesora de este colegio, me explico que estaban dedicando las dos últimas semanas a la astronomía. En clase explicaban que eran los planetas y galaxias, hablaban de las misiones Apollo y los niños realizaban juegos y manualidades sobre estos temas. Me comentó que contactaron con varias personas de cerca de Roses para que fuesen a dar charlas, pero la mayoría querían ir cobrando. Pero al tratarse de un colegio de primaria, no podían permitírselo. Luego recordó que tenía un amigo que en los campus de verano de baloncesto, por las noches hablaba de astronomía, así que se puso en contacto conmigo y yo acepté de inmediato. Iba a dar dos charlas: Una sobre la vida en el Universo y otra sobre el proyecto Apollo. Yo no cobro nada y parece ser que a los del colegio eso les sorprendió. No pararon de darme las gracias por ello. Las gracias debería darselas yo, por permitirme hablarle a esos chicos de lo que más me gusta.
La tarde empezaba de forma diferente: se me fue el santo al cielo y me preparé una charla para chicos de Bachillerato. No sé cómo, pero se me metió en la cabeza que eran chicos de Bachillerato, con lo cual, preparé unas charlas adaptadas a ese nivel.
Que sorpresa la mía cuando al llegar al lugar, me doy cuenta que es un colegio de primaria. Empiezo a ver niños más bajitos que una seta que corretean a la salida del colegio con el bocata en la mano, que bajan las escaleras cogidos de la mano y cantando, que la maleta es como tres cuartas partes de su cuerpo y que las paredes del lugar están llenas de manualidades con formas de caracol, estrellas de mar y demás. ¡Donde te has metido, Alberto!
Debo reconocer que me puse algo nervioso. Es la primera vez que me equivoco en algo como esto. Pero bueno, decidí improvisar. Me habían contado que eran chicos muy inquietos. Que avasallaban a las profesoras a preguntas. Que era un no parar. Pensé pues, en ponerme en un taburete, en el medio de la clase y que la tomasen conmigo a base de preguntas.
Llegué a la primera clase, eran chicos de 3ero. de EGB. Me di cuenta de algo: me miraban ávidos de preguntar. ¡Dios! ¡Que sensación más agradable! ¡La máxima expresión de la curiosidad! ¡Desde que entré ya levantaban las manos! Fue precioso. Increible. Nunca se debería perder esa curiosidad, esas ganas de preguntar. Lamentablemente, el sistema educativo actual asesina la curiosidad innata de los niños. No está bien preguntar. No se puede criticar a la autoridad. Se debe aprender sí o sí, lo que otros han decidido que debemos aprender o que se supone que es interesante para nosotros, perdiendo por el camino la ilusión por las cosas que realmente nos gustan. En fin, dejémoslo porqué esto nos llevaría muchas horas. ¡Al turrón!
Con los chicos del primer grupo, como he dicho, me senté en un taburete, encendí el portátil para ayudarme con algunas imágenes o videos si llegado el caso los necesitaba y dije: "Bueno, va, preguntad. Lo que queráis". ¡Menuda la lié! Me empezaron a preguntar sobre todo. Y cuando digo todo, es todo. Tenían dudas sobre eclipses, sobre extraterrestres,... ¡incluso sobre la velocidad de la luz! Increible. En las charlas que he dado en mi vida, no recuerdo un día en el que me quedase a cuadros por no saber cómo explicar algo. Ese día me ocurrió constantemente. Especialmente cuando me preguntaron sobre los motivos de que los astronautas llevasen traje espacial en el espacio. ¡Es una pregunta increíblemente buena! Su argumento era sencillo: "Si en el espacio no hay aire que respirar, está bien que lleven escafandra,... ¿Pero traje? ¿Para qué?". Juguemos un poco. Pensad ahora mismo como os las ingeniaríais para explicar lo que es la presión atmosférica a un chico de 3ero. de EGB. Lo pase mal, lo reconozco, pero finalmente supe cómo hacerlo y el mayor regalo que recibí fue que en sucesivas preguntas donde salía el tema, ellos respondían cosas como "¡Ah! ¡Sí! ¡Es lo que explicabas antes de la presión atmosférica!". ¡Lo habían entendido! Y ese conocimiento les dio poder. El poder de comprender el universo donde viven. No conozco mayor poder que ese.
La otra clase, fue más o menos del mismo estilo. Dudas sobre el tamaño de las estrellas, sobre la magnitud del Universo e incluso, un chico me hizo una pregunta que la mayoría de adultos no se habrán hecho nunca: "¿Como podían saber que la Tierra era redonda hace años, antes de salir al espacio para verlo, si mirando al horizonte se ve plana?". Gran pregunta. Y fundamental. Usé el precioso ejemplo de Carl Sagan cuando explicaba las medidas de Eratóstenes. En esta clase también salió el tema de la religión. Tuve que decir de forma más o menos correcta, que las religiones son ideas que ahogan la curiosidad humana. También surgió el tema de los extraterrestres y de "personas que dicen que vienen". Sabéis a qué tipo de personajillos de televisión me refiero. Intenté decirles que hay personas que se intentan aprovechar siempre que pueden del resto de personas, diciéndoles mentiras.
A todo esto, me quedo con algunas cosas que llevaré conmigo durante el resto de mi vida:
Al acabar esta última charla, se me acercaron una chica y un chico que no levantaban un palmo del suelo, y me dijeron con una sinceridad y preocupación que nunca he visto, casi con ojos llorosos por sentirse estafados: "¿Pero por qué hay gente tan mala? Nosotros no les hemos hecho nada. ¿Por qué nos mienten en esos programas que nos dicen que hay extraterrestres por aquí?"
De verdad, debíais haber visto la cara de frustración, de preocupación, con las que me preguntaron eso, pidiéndome explicaciones a mí. No entendían como podía haber gente "tan mala" que se aprovechase de ellos, que son simples chicos y chicas que sienten curiosidad y no son capaces hacer daño a una mosca. Esos chicos valen un imperio.
Otra cosa que me llegó al alma, y en todos los años que llevo haciendo cosas, es sin duda la que más me ha llenado. De hecho, me hizo llorar. Varias veces incluso. Cuando me lo explicaron y durante el resto del día mientras volvía a casa y pensaba en ello. Me lo explicaron a posteriori. Bien, mientras respondía a preguntas de otros chicos, me fije que había uno hacia el final del aula, que estaba todo el rato con la mano levantada. De hecho, todos levantaban las manos constantemente con preguntas. Uno siente un poco de frustración al no poder atenderlos a todos, pero bueno...Por falta de una, llegaba a levantar incluso las dos manos. En cuanto respondí a su primera pregunta, al instante volvió a levantar la mano. Pero le tocaba a otros compañeros ahora. Aun así, de reojo le miraba y lo veía levantar el brazo con un gesto de necesidad increible. Después de responder a otras preguntas, volvía a él. Lo mismo: le respondía y en cuanto acababa volvía a levantar la mano con más dudas. Así hasta en 6 ocasiones que yo recuerde. Pues bueno, resulta que me explicaron que ese chico llevaba mucho tiempo sin hablar, sin preguntar. Creen que podría ser autista. No se relacionaba con los otros. No sentía interés por nada. Los profesores literalmente flipaban. De hecho, cuando el chico preguntaba me fije en varias ocasiones como los profesores lo envalentonaban. Obviamente, cuando me explicaron el caso, rompí a llorar. Ese chico sentía la necesidad de tener respuestas, sentía una pasión o un amor por algo, por las estrellas, galaxias, planetas. La astronomía, despertó su interés. Su curiosidad. Le hizo relacionarse con sus compañeros. Algo que no habían conseguido ni el futbol en el recreo, ni las horas de gimnasia ni ninguna otra de las asignaturas. ¿Por qué? Creo que la respuesta es bastante sencilla: Porqué la ciencia nos hace a todos iguales, porqué todos nos hemos realizado en alguna ocasión a nosotros mismos las preguntas fundamentales: quienes somos, de donde venimo, a donde vamos o que pasara. Ese chico sentía que compartía algo con sus compañeros de clase. Quizá era la primera vez que lo sentía en los últimos meses. No me equivoco a decir, que es la experiencia más placentera de mi vida. Nada me ha llenado nunca tanto. Aun hoy, cuando lo recuerdo, se me humedecen los ojos.
Y finalmente, otra cosa que me llevo, es la actitud de los chicos al finalizar la segunda charla. Sonó el timbre que marcaba que se acaban las clases. Los padres esperaban abajo. Muchos tenían inglés, deporte o simplemente ir al parque a enguarrarse con toboganes y arena. Pero se quedaron ahí. Sentados. Con las manos levantadas. Los profes, de nuevo, anonadados. Todos sabemos cómo son los chicos pequeñajos, que a la que suena el timbre corren como ratillas huyendo de un barco naufraga. Pues no. Allí estaban ellos, inmutables. Sin mover una ceja, con los brazos alzados. Y mientras, los profesores diciéndoles que era hora de irse y tal y cual. Y nada, allí seguían. Pasaban totalmente de la hora, de los padres y de los profesores. Ellos habían conocido a una persona que podía responderles a sus preguntas y no querían desaprovechar la oportunidad. Para que os hagáis una idea, las clases acaban a las 17h. A las 17:40 aun estábamos liados. Y ni un chico se movía con rabia, como queriéndose ir. Es más, todos preguntaban. Pero como todo, la cosa se debía acabar. Yo me hubiese quedado más, pero me dijeron que muchos ya llegaban tarde a clases de idiomas y demás, con lo que tuve que decirles que acabábamos. Se escucho el típico "¡Oooh!" acompañado de muchos "¡No!" y "¡Porfi!". Pero que sorpresa la mía, cuando mientras recogía mis bártulos, vi como un grupo de 10 u 11 se esperaban. Me engancharon por el camino, me envolvieron y no pararon de hacerme preguntas todos a la vez. ¡Qué imagen! ¡Para verme! Yo, bajando unas escaleras con 8 o 9 chicos que me llegaban a la cintura y que me rodeaban. Así hasta la calle, donde nos esperaban sus padres. Es increible. ¡Su necesidad de respuestas les llevó a aprovechar incluso el último minuto!
Cuando sus padres los recogieron, escuchaba comentarios donde decían que era el mejor día de sus vidas en el colegio, o que nunca se lo habían pasado tan bien.
Ahora supongo que entendéis porqué digo que es la experiencia que más me ha llenado en la vida. De hecho, este tipo de charlas te ayudan a saber si realmente comprendes lo que explicas ya que te obligan a buscar la forma más sencilla de explicar ideas que son complejas. Si lo consigues -y creo que lo conseguí-, recibes como una recarga de energía, de sensación de poder que es indescriptible. Nunca había tenido experiencia con chicos de primaria. Siempre han sido institutos o universidades. Centros cívicos o culturales. Pero chicos tan pequeños nunca. De hecho, siempre me había preguntado como seria pero no me había planteado hacerlo. Pensaba que en los colegios estarían por otros menesteres. Ahora no paro de pensar en la siguiente ocasión para hablar a chicos de primaria. Lo prefiero incluso, antes que otras cosas. Que sensación. Que plenitud. Anduve varios días "atontado". Cómo hubira deseado a su edad que alguien viniese a hablarnos sobre estos temas... Y lo peor de todo, es no saber cómo compartir lo que viví con otras personas. No sé explicarlo. Y si lo explico, me quedo corto. La sensación de verles comprender las cosas es indescriptible. Ver como se les abren más los ojos. Ver como con cada respuesta les vienen más dudas. La máxima ejemplificación de la duda e incluso me atrevería a decir de la curiosidad en la ciencia, son ellos. Ellos que se sirven de las nuevas respuestas para plantearse nuevas preguntas. Ellos que no tienen tabús ni miedos en preguntar. Ellos que con su inocencia no tienen reparos en aventurarse con preguntas por las que unos años más tarde les tildarán de "tontos" o "estúpidos", sin saber que el hecho de realizar la pregunta les pondrá inmediatamente por encima de esos que les faltaran el respeto. Lo sé yo y lo sabéis vosotros. Sucederá. Un día les ahogaran la duda, la curiosidad. Simplemente espero que ese momento llegue muy tarde. O quizá, que dentro de mis posibilidades, pueda poner un granito de arena por retrasar ese instante lo máximo que pueda. Mientras yo pueda, mientras se me permita, intentaré que ese momento no llegue nunca.
Ahogar la curiosidad del niño, elimina precisamente lo que nos hace humanos.
P.D: Tengo permiso por parte de padres y profesores para subir las fotografías.
Una buena amiga que es profesora de este colegio, me explico que estaban dedicando las dos últimas semanas a la astronomía. En clase explicaban que eran los planetas y galaxias, hablaban de las misiones Apollo y los niños realizaban juegos y manualidades sobre estos temas. Me comentó que contactaron con varias personas de cerca de Roses para que fuesen a dar charlas, pero la mayoría querían ir cobrando. Pero al tratarse de un colegio de primaria, no podían permitírselo. Luego recordó que tenía un amigo que en los campus de verano de baloncesto, por las noches hablaba de astronomía, así que se puso en contacto conmigo y yo acepté de inmediato. Iba a dar dos charlas: Una sobre la vida en el Universo y otra sobre el proyecto Apollo. Yo no cobro nada y parece ser que a los del colegio eso les sorprendió. No pararon de darme las gracias por ello. Las gracias debería darselas yo, por permitirme hablarle a esos chicos de lo que más me gusta.
La tarde empezaba de forma diferente: se me fue el santo al cielo y me preparé una charla para chicos de Bachillerato. No sé cómo, pero se me metió en la cabeza que eran chicos de Bachillerato, con lo cual, preparé unas charlas adaptadas a ese nivel.
Que sorpresa la mía cuando al llegar al lugar, me doy cuenta que es un colegio de primaria. Empiezo a ver niños más bajitos que una seta que corretean a la salida del colegio con el bocata en la mano, que bajan las escaleras cogidos de la mano y cantando, que la maleta es como tres cuartas partes de su cuerpo y que las paredes del lugar están llenas de manualidades con formas de caracol, estrellas de mar y demás. ¡Donde te has metido, Alberto!
Debo reconocer que me puse algo nervioso. Es la primera vez que me equivoco en algo como esto. Pero bueno, decidí improvisar. Me habían contado que eran chicos muy inquietos. Que avasallaban a las profesoras a preguntas. Que era un no parar. Pensé pues, en ponerme en un taburete, en el medio de la clase y que la tomasen conmigo a base de preguntas.
Llegué a la primera clase, eran chicos de 3ero. de EGB. Me di cuenta de algo: me miraban ávidos de preguntar. ¡Dios! ¡Que sensación más agradable! ¡La máxima expresión de la curiosidad! ¡Desde que entré ya levantaban las manos! Fue precioso. Increible. Nunca se debería perder esa curiosidad, esas ganas de preguntar. Lamentablemente, el sistema educativo actual asesina la curiosidad innata de los niños. No está bien preguntar. No se puede criticar a la autoridad. Se debe aprender sí o sí, lo que otros han decidido que debemos aprender o que se supone que es interesante para nosotros, perdiendo por el camino la ilusión por las cosas que realmente nos gustan. En fin, dejémoslo porqué esto nos llevaría muchas horas. ¡Al turrón!
Con los chicos del primer grupo, como he dicho, me senté en un taburete, encendí el portátil para ayudarme con algunas imágenes o videos si llegado el caso los necesitaba y dije: "Bueno, va, preguntad. Lo que queráis". ¡Menuda la lié! Me empezaron a preguntar sobre todo. Y cuando digo todo, es todo. Tenían dudas sobre eclipses, sobre extraterrestres,... ¡incluso sobre la velocidad de la luz! Increible. En las charlas que he dado en mi vida, no recuerdo un día en el que me quedase a cuadros por no saber cómo explicar algo. Ese día me ocurrió constantemente. Especialmente cuando me preguntaron sobre los motivos de que los astronautas llevasen traje espacial en el espacio. ¡Es una pregunta increíblemente buena! Su argumento era sencillo: "Si en el espacio no hay aire que respirar, está bien que lleven escafandra,... ¿Pero traje? ¿Para qué?". Juguemos un poco. Pensad ahora mismo como os las ingeniaríais para explicar lo que es la presión atmosférica a un chico de 3ero. de EGB. Lo pase mal, lo reconozco, pero finalmente supe cómo hacerlo y el mayor regalo que recibí fue que en sucesivas preguntas donde salía el tema, ellos respondían cosas como "¡Ah! ¡Sí! ¡Es lo que explicabas antes de la presión atmosférica!". ¡Lo habían entendido! Y ese conocimiento les dio poder. El poder de comprender el universo donde viven. No conozco mayor poder que ese.
La otra clase, fue más o menos del mismo estilo. Dudas sobre el tamaño de las estrellas, sobre la magnitud del Universo e incluso, un chico me hizo una pregunta que la mayoría de adultos no se habrán hecho nunca: "¿Como podían saber que la Tierra era redonda hace años, antes de salir al espacio para verlo, si mirando al horizonte se ve plana?". Gran pregunta. Y fundamental. Usé el precioso ejemplo de Carl Sagan cuando explicaba las medidas de Eratóstenes. En esta clase también salió el tema de la religión. Tuve que decir de forma más o menos correcta, que las religiones son ideas que ahogan la curiosidad humana. También surgió el tema de los extraterrestres y de "personas que dicen que vienen". Sabéis a qué tipo de personajillos de televisión me refiero. Intenté decirles que hay personas que se intentan aprovechar siempre que pueden del resto de personas, diciéndoles mentiras.
Get the flash player here: http://www.adobe.com/flashplayer
A todo esto, me quedo con algunas cosas que llevaré conmigo durante el resto de mi vida:
Al acabar esta última charla, se me acercaron una chica y un chico que no levantaban un palmo del suelo, y me dijeron con una sinceridad y preocupación que nunca he visto, casi con ojos llorosos por sentirse estafados: "¿Pero por qué hay gente tan mala? Nosotros no les hemos hecho nada. ¿Por qué nos mienten en esos programas que nos dicen que hay extraterrestres por aquí?"
De verdad, debíais haber visto la cara de frustración, de preocupación, con las que me preguntaron eso, pidiéndome explicaciones a mí. No entendían como podía haber gente "tan mala" que se aprovechase de ellos, que son simples chicos y chicas que sienten curiosidad y no son capaces hacer daño a una mosca. Esos chicos valen un imperio.
Otra cosa que me llegó al alma, y en todos los años que llevo haciendo cosas, es sin duda la que más me ha llenado. De hecho, me hizo llorar. Varias veces incluso. Cuando me lo explicaron y durante el resto del día mientras volvía a casa y pensaba en ello. Me lo explicaron a posteriori. Bien, mientras respondía a preguntas de otros chicos, me fije que había uno hacia el final del aula, que estaba todo el rato con la mano levantada. De hecho, todos levantaban las manos constantemente con preguntas. Uno siente un poco de frustración al no poder atenderlos a todos, pero bueno...Por falta de una, llegaba a levantar incluso las dos manos. En cuanto respondí a su primera pregunta, al instante volvió a levantar la mano. Pero le tocaba a otros compañeros ahora. Aun así, de reojo le miraba y lo veía levantar el brazo con un gesto de necesidad increible. Después de responder a otras preguntas, volvía a él. Lo mismo: le respondía y en cuanto acababa volvía a levantar la mano con más dudas. Así hasta en 6 ocasiones que yo recuerde. Pues bueno, resulta que me explicaron que ese chico llevaba mucho tiempo sin hablar, sin preguntar. Creen que podría ser autista. No se relacionaba con los otros. No sentía interés por nada. Los profesores literalmente flipaban. De hecho, cuando el chico preguntaba me fije en varias ocasiones como los profesores lo envalentonaban. Obviamente, cuando me explicaron el caso, rompí a llorar. Ese chico sentía la necesidad de tener respuestas, sentía una pasión o un amor por algo, por las estrellas, galaxias, planetas. La astronomía, despertó su interés. Su curiosidad. Le hizo relacionarse con sus compañeros. Algo que no habían conseguido ni el futbol en el recreo, ni las horas de gimnasia ni ninguna otra de las asignaturas. ¿Por qué? Creo que la respuesta es bastante sencilla: Porqué la ciencia nos hace a todos iguales, porqué todos nos hemos realizado en alguna ocasión a nosotros mismos las preguntas fundamentales: quienes somos, de donde venimo, a donde vamos o que pasara. Ese chico sentía que compartía algo con sus compañeros de clase. Quizá era la primera vez que lo sentía en los últimos meses. No me equivoco a decir, que es la experiencia más placentera de mi vida. Nada me ha llenado nunca tanto. Aun hoy, cuando lo recuerdo, se me humedecen los ojos.
Y finalmente, otra cosa que me llevo, es la actitud de los chicos al finalizar la segunda charla. Sonó el timbre que marcaba que se acaban las clases. Los padres esperaban abajo. Muchos tenían inglés, deporte o simplemente ir al parque a enguarrarse con toboganes y arena. Pero se quedaron ahí. Sentados. Con las manos levantadas. Los profes, de nuevo, anonadados. Todos sabemos cómo son los chicos pequeñajos, que a la que suena el timbre corren como ratillas huyendo de un barco naufraga. Pues no. Allí estaban ellos, inmutables. Sin mover una ceja, con los brazos alzados. Y mientras, los profesores diciéndoles que era hora de irse y tal y cual. Y nada, allí seguían. Pasaban totalmente de la hora, de los padres y de los profesores. Ellos habían conocido a una persona que podía responderles a sus preguntas y no querían desaprovechar la oportunidad. Para que os hagáis una idea, las clases acaban a las 17h. A las 17:40 aun estábamos liados. Y ni un chico se movía con rabia, como queriéndose ir. Es más, todos preguntaban. Pero como todo, la cosa se debía acabar. Yo me hubiese quedado más, pero me dijeron que muchos ya llegaban tarde a clases de idiomas y demás, con lo que tuve que decirles que acabábamos. Se escucho el típico "¡Oooh!" acompañado de muchos "¡No!" y "¡Porfi!". Pero que sorpresa la mía, cuando mientras recogía mis bártulos, vi como un grupo de 10 u 11 se esperaban. Me engancharon por el camino, me envolvieron y no pararon de hacerme preguntas todos a la vez. ¡Qué imagen! ¡Para verme! Yo, bajando unas escaleras con 8 o 9 chicos que me llegaban a la cintura y que me rodeaban. Así hasta la calle, donde nos esperaban sus padres. Es increible. ¡Su necesidad de respuestas les llevó a aprovechar incluso el último minuto!
Cuando sus padres los recogieron, escuchaba comentarios donde decían que era el mejor día de sus vidas en el colegio, o que nunca se lo habían pasado tan bien.
Ahora supongo que entendéis porqué digo que es la experiencia que más me ha llenado en la vida. De hecho, este tipo de charlas te ayudan a saber si realmente comprendes lo que explicas ya que te obligan a buscar la forma más sencilla de explicar ideas que son complejas. Si lo consigues -y creo que lo conseguí-, recibes como una recarga de energía, de sensación de poder que es indescriptible. Nunca había tenido experiencia con chicos de primaria. Siempre han sido institutos o universidades. Centros cívicos o culturales. Pero chicos tan pequeños nunca. De hecho, siempre me había preguntado como seria pero no me había planteado hacerlo. Pensaba que en los colegios estarían por otros menesteres. Ahora no paro de pensar en la siguiente ocasión para hablar a chicos de primaria. Lo prefiero incluso, antes que otras cosas. Que sensación. Que plenitud. Anduve varios días "atontado". Cómo hubira deseado a su edad que alguien viniese a hablarnos sobre estos temas... Y lo peor de todo, es no saber cómo compartir lo que viví con otras personas. No sé explicarlo. Y si lo explico, me quedo corto. La sensación de verles comprender las cosas es indescriptible. Ver como se les abren más los ojos. Ver como con cada respuesta les vienen más dudas. La máxima ejemplificación de la duda e incluso me atrevería a decir de la curiosidad en la ciencia, son ellos. Ellos que se sirven de las nuevas respuestas para plantearse nuevas preguntas. Ellos que no tienen tabús ni miedos en preguntar. Ellos que con su inocencia no tienen reparos en aventurarse con preguntas por las que unos años más tarde les tildarán de "tontos" o "estúpidos", sin saber que el hecho de realizar la pregunta les pondrá inmediatamente por encima de esos que les faltaran el respeto. Lo sé yo y lo sabéis vosotros. Sucederá. Un día les ahogaran la duda, la curiosidad. Simplemente espero que ese momento llegue muy tarde. O quizá, que dentro de mis posibilidades, pueda poner un granito de arena por retrasar ese instante lo máximo que pueda. Mientras yo pueda, mientras se me permita, intentaré que ese momento no llegue nunca.
Ahogar la curiosidad del niño, elimina precisamente lo que nos hace humanos.
P.D: Tengo permiso por parte de padres y profesores para subir las fotografías.
Un bravo. Emocionante artículo y un ejemplo. ¡Enhorabuena!
A mi me pasó algo similar en el 2009 con lo del IYA, di una charla en mi antiguo colegio. Qué preguntones, me metían en algún aprieto...
Alguno me dijo que lo que estaba contando (cosmología, el big bang y eso) que estaba en contradicción con lo que daban en religión.
Un pequeño escéptico :P. Muy buen artículo, refleja lo importante que es hablar a los niños y lo gratificante que es.
Enhorabuena Alberto, gracias por el curro que haces, por contarnolos y hasta emocionarnos, que no nos vamos a engañar pero una lagrimita si que se me ha escapado leyendo el artículo.
Qué artículo tan emocionante... ¡Muchísimas gracias por contar todo esto! Parece mentira que, en medio de este enorme vertedero que es Internet, haya joyas como este artículo :)
Hola. Yo también tuve la oportunidad de dar una charla sobre literatura y mis relatos a chicos de esa edad y usé la misma táctica: "Déjalos que pregunten". A mí me bombardearon, eran una detrás de otra y la verdad es que fue una experiencia que recomiendo a todo el mundo. Ellos se eriquecieron con lo que yo les contaba y yo me enriquecí emocionalmente.
Por cierto, yo también lo hice sin cobrar.
Un saludo. Gregorio Sánchez.
Excelente artículo, confieso que yo también he llorado algo. Aquí hay dos vertientes, los chicos tienen necesidad de respuestas, eso es obvio, pero tú tienes el don de darselas de forma amena, comprensible y con ilusión. No sé cuantos profesores he tenido a lo largo de mi vida, y puedo recordar con cariño sólo un par de ellos. El resto se limitaba a emplear "la formula" y no te atrevieras a preguntar o ir más allá de la formula.
Te recomiendo un capítulo del libro "Sinué el Egipcio" donde el protagonista, acaba harto al no tener ningún tipo de respuesta de sus profesores. Todo se hace "así" porque siempre se ha hecho de ese modo.
Nuestro sistema educativo funciona de esa forma.
Mis felicitaciones y enhorabuena, el don de saber enseñar no se aprende, se tiene o no se tiene.
Qué experiencia tan maravillosa.
Te felicito,me has emocionado mucho.
He debido de tener una mala suerte horrible porque todos los niños con los que tengo contacto son auténticos monstruos, que ni saben ni quieren saber nada.
Gracias por dar un poco de esperanza y enhorabuena ^^
Seguramente habrás despertado la vocación de físico a más de un@ de est@s niñ@s
:-)
Eres un crack Alberto! Seguro que esos pequeños no olvidarán esa gran experiencia nunca. Y tú tampoco! A mi me ha recordado cuando fui al colegio de mi sobrina a hablarles a sus compañeros de 5 años sobre los dinosaurios. Un saludo! ;)
Tras leer tu post y ver las fotos, he recordado esto:
http://www.youtube.com/watch?v=kDh0yRJfvuE&feature=youtu.be
Gracias, Alberto.
Un cordial saludo
Has sido muy afortunado.
Enhorabuena
No quiero hacer autobombo, pero sí he de decirte que Carl Sagan se te adelantó unos cuantos años.
http://www.historiasdelaciencia.com/?p=264
No por ello te sentirás mal, ¿verdad?
Salud!
Qué hermoso, Alberto! Ah!, y ver a esos niños con las manos levantadas, deseando tener respuestas. Tus palabras obviamente no describen todo lo que sentiste estando allí.
Muy emotivo!! Me has sacado lágrimas de emoción! Ojalá que algunos de esos niños decidan adentrarse en los caminos de la ciencia, porque aparte de la curiosidad que les es innata, la has despertado muchísimo más, no lo dudo.
Esperemos que sean más los niños a los que resuelvas sus preguntas!
Y ya se te extrañaba por aquí.
Saludos!
impresionante, realmente somos nosotros los que debemos aprender de los mas pequeños, ya que a veces nos enseñan valores olvidados, sigue asi y cargate las pilas con ellos , un bravo por tu artículo
Muy buen artículo. Sólo puedo decirte que me ha hecho emocionarme como hacía tiempo que nada lo hacía. Soy estudiante de Física en Sevilla, esto me ha subido la moral una barbaridad.
Animo y suerte!
Pícara-- No debías haberte metido a esto NUNCa, es malo para ti y para los niños, ¡Qué pena!
Bravísimo Alberto, yo también me emocioné. Como dijo Carl Sagan: "Es derecho de todo niño encontrar el Cosmos de nuevo, en todas las culturas y en todas las épocas. Cuando se realiza este encuentro experimentamos una profunda admiración. Los hombres más afortunados son los que están guiados por maestros quienes con su entusiasmo y ejemplo encauzan este regocijo. Nacemos para disfrutar del mundo. Se nos enseña a distinguir nuestros prejuicios de la verdad. Entonces, se descubren nuevos mundos a medida que desciframos los misterios del Cosmos."
Buf, es algo embarazoso, pero se me han caido unos lagrimones espectaculares... aun estoy moqueando de la emoción.
Excelente articulo, no pude dejar de leerlo hasta el final.
No todo lo que sale en TV son "personajillos" que mienten sobre los extraterrestres. ¿Acaso tu verdad, la ciencia, tiene la verdad absoluta? La ciencia sabe lo que sabe, pero no lo sabe todo. La ausencia de pruebas no es prueba de ausencia. Haberlos haylos, y mucho más cerca de lo que tú puedas pensar. Pero es mejor seguir con los ojos tapados y sin (querer) conocer la verdad de lo que pasa en este planeta y de lo que somos realmente. Es más cómodo. Y ojalá nunca se sepa la verdad.
Claro, Anonimo, por eso yo creo en el unicornio rosa y en la Tetera de Russell, porque la ausecia de pruebas no es prueba de ausencia.
Me voy a darle de comer al dragón de mi garaje.
Que buen artículo,me ha emocionado,sigues así
Tu afirmación de que el sistema educativo actual asesina la curiosidad innata de los niños ¿podrías explicarla más? Y ¿cómo puede cambiarse esta rémora? Gracias
Desde luego, Anonimo, la ausencia de pruebas no es una prueba de ausencia, pero tampoco una prueba de presencia. Estoy avido por saber de extraterrestres, busco pruebas pero no momento haberlo no haylos.
Soy escritor de Literatura Infantil y Juvenil, y llevo muchos años visitando los colegios de Primaria dónde recomiendan mis libros. Sé de lo que hablas por experiencia. Esas manos nerviosas ávidas de conocimiento, levantadas con tanta energía que parece que quieren alcanzar el cielo. Quieren saber, y los adultos no hacemos más que contarles mentiras, por eso se entusiasman. Esa sensación que te queda cuando has pasado por cuatro o cinco clases respondiendo sus preguntas, nunca es de cansancio sino de plenitud, y es lo que más me sorprende siempre, porque sales con más energía de la que tenías al entrar. Eso te lo han dado ellos, los niños, espontáneamente, porque son así de generosos.
La semana que viene voy a Tenerife y Las Palmas a hacer libro-fórum en los colegios y es tan difícil encontrar a alguien que entienda, que me has emocionado. Me viene a la memoria una frase que, desde que la leí, no ha parado de dar vueltas en mi cabeza. La escribió el hijo de Alejandro Dumas y dice así: “No puedo entender por qué, siendo los niños tan inteligentes, los adultos son tan necios. Debe ser fruto de la educación.”
Muchas gracias por compartir este excelente artículo :-)
Enhorabuena, porque siempre es buena hora para descubrir que hay un mundo ahí fuera lleno de gente con ganas de aprender. Llevo tantos años hablando con chavales de preescolar, primaria, secundaria, bachillerato, universidad y tercera edad (al resto de las edades también, pero vivimos en una tiranía en que no calificamos ese segmento como nada especial) que me saca de quicio escuchar a gente que pontifica sobre lo que son esos u otros grupos, sobre su capacidad o motivación sin tener ni idea. Y la única manera es hablar con ellos, contar lo que sabes, disfrutar del conocimiento y transmitirlo con el obvio compromiso de ser inteligible. No es poco, y exige trabajo. Por lo que cuentas, como muchos otros, como me pasó a mi mil veces, tu llegas con tus prejuicios, pero la realidad está ahí fuera y si no eres tonto, puedes aprovecharla a tu favor. Qué digo puedes, debes hacerlo, si no es como un atentado: exponer a estas gentes a un coñazo infumable debería ser considerado un delito. Como es un delito esa gente (veo algún comentario al respecto) que se acerque a ellos pensando que ya son tan malas personas como él mismo. Pues no, afortunadamente hay mucho que hacer y además se puede hacer entretenido.
Anímate y hazlo muchas más veces. Verás que siempre es diferente. Y si alguna vez puedes hacerlo a la vez con los críos y con los padres, descubrirás con sorpresa cómo los chavales tienen más capacidad de raciocinio que sus progenitores.
Una cosa, el comentario que hacías sobre el tema pecunario, trátalo con cierto respeto. Los profesores que están con esos niños cobran porque es justo cobrar por un trabajo (más sin duda por un trabajo tan importante como educar a las siguientes generaciones). Te aseguro que he dado muchas más charlas por la cara que cobrando, pero nunca nunca consideraré excesivo o injusto cobrar justamente por un trabajo, un trabajo bien hecho, en el mundo en que vivimos en el que las cosas se compran y se venden. Ya se que no tenía es intencionalidad tu comentario, pero no está mal aclararlo.
Saludos y, si te animas, vente un día al Pamplonetario y te soltamos a un buen montón de fierecillas para que te cuenten lo que piensan del Universo.
Alberto, tío, a mí también se me han humedecido los ojos leyéndolo :_)
Genial entrada, proveniente de una increíble experiencia. Me venía una cosa a la cabeza leyéndote, y era al pensar sobre el futuro de esos niños: muchas gracias por darles esa charla. De verdad :):)
Un saludo, crack!!
Tremenda sensacion la de tener a un auditorio leal y entregado. Es adictivo. Y nada lo es mas que la de los niños y esa sincera curiosidad y ganas de saberlo todo de todo.
Enhorabuena Alberto. Y gracias. Por mi y por todos mis compañeros... pero por mi primero ;)
Excelente!!! Situaciones asi llenan a uno de esperanza.
No me sorprende nada, las programaciones de las clases no dejan tiempo a las preguntas, el mío siempre viene frustrado porque le dicen que guarde las preguntas para el final y luego al final nunca hay tiempo. Este año precisamente empezaron el curso con el Sistema Solar y volvía desesperado: todos sus profes me han dicho como reproche que es un niño que pregunta demasiado :-(
Me sumo a todas estas felicitaciones porque efectivamente estamos descuidando el sistema de enseñanza de nuestros hijos, las limitaciones de los colegios, la falta de reciclado de los profesores y sobre todo las deficiencias en los apoyos a niños con dificultades. El tuyo es solo un ejemplo de estas carencias. Tengo un niño de 6 años, en primero de primaria. Sus primeros libros fueron "Mi primera enciclopedia Larouse de las Ciencias, del cuerpo humano, de los animales..." "conoce las estrellas" "conoce la Luz"... sí... y un montón de cuentos variados...desde Caperucita...hasta Blancanieves pasando por los seriales de Bob Esponja y Dora la exploradora...Comenzó a decir sus primeras palabras con 6 meses, a hablar con 1 año y a leer con 4 (mi niño no es superdotado sino curioso). Una noche antes de apagar la luz para dormir me dijo: mamá, si el universo es tan grande y nuestro planeta y nosotros tan pequeños
que pasa si al final no existimos...(ufff!!! que reflexión...que pasa si al final esto no es real...) Le calmé explicándole la evolución de las especies y la reflexión de Carl Sagan, hijo mío... somos la conciencia del Universo, es al revés el Universo es porque nosotros lo hemos comprendido.
A mi hijo le sigue gustando Bob Esponja, Avatar la leyenda de Aang, y Código Lyoko...pero ha pedido para su cumpleaños un telescopio para ver las estrellas y un microscopio para buscar bacterias.
Y yo disfruto muchísimo explicándole todas esas cosas que su "seño" no tiene ni idea...
(crisnontopic)
No comparto la idea de que el sistema educativo elimine la curiosidad de los alumnos. Como profesional de la enseñanza, aunque en secundaria, nuestro principal esfuerzo se dedica a motivar a los alumnos y avivar su afán por aprender.
La curiosidad de los niños, como todo, va desapareciendo con su crecimiento y mantenerla activa, no es siempre posible. No olvidemos que un niño se pasa cuatro horas en clase y veinte fuera de ella, así que hay factores externos a la escuela que son mucho más influyentes que ella.
En este país, por desgracia, cualquier problema desemboca en una nueva tarea para el colegio: violencia machista, a tratarlo en el colegio, accidentes de coche, pues hay que dar seguridad vial en la escuela, drogas y tabaco, hábitos de vida saludable en el colegio... Al final, resulta que la enseñanza, como tal, es lo que menos se imparte en la escuela, o lo que menos importa que se imparta.
Y mientras esto siga así, mientras lo importante en la enseñanza no sea la enseñanza en sí, tendremos el nivel educativo que nos merecemos.
Te felicito por partida triple:
Primera por dedicarte a lo que te apasiona
Segunda por poner tanto entusiasmo en divulgar la ciencia
Y tercero por compartir tu experiencia con tanto ímpetu (seguro que a todos nos dejaste, con un huequito de júbilo dentro)
Y solo indico tres ya que como dices “Pero como todo, la cosa se debía acabar”
Saludo y gracias por compartir tu maravillosa experiencia
Me encantó tu relato, soy maestra de primaria y sé perfectamente lo gratificante que es captar la atención de los niños y ver en su mirada el deseo de saber más. Te diré que en las escuelas se motiva a que los niños aprendan más, a motivar esa curiosidad ante todo y por ellos mismos empiecen a descubrir cosas, indaguen, investiguen, que no se queden únicamente con lo que han aprendido en ese momento.
Un saludo.
Te felicito por saber transmitir tu amor por la astronomía a estos, nuestros niños, pequeños cerebros vírgenes y ávidos de interés, insaciables cuando el argumento les atrae.
Tengo un nieto de ocho años y lo he sentido entre esos niños.
Un saludo y sigue siendo tu.
Mercedes
Gracias!
Los niños pudieron ver, lo que de niño queda en ti.
Me has hecho llorar T_T
Maravillosa experiencia.
Yo tengo la experiencia de dar un taller de astronomía en mi cole, que es de Educación Especial coincidiendo además con un eclipse parcial de sol. Ni os imaginais que preguntas y que capacidad de razonamiento de chicos calificados como "retrasados mentales".
Somos los adultos los que limitamos el conocimiento de los chavales.
Realmente, me he emocionado leyendo tu experiencia. Enhorabuena.
Muy emotiva. Yo de pequeño también me hinchaba a preguntar aunque por lo general obtuve muchos más bufidos que respuestas. Ahora que soy grandecito me busco las respuestas yo mismo y me apasiono por la ciencia... hoy he descubierto tu blog. Que sepas que tienes un nuevo lector ávido de saber!! :) Gracias por escribir.
Excelente...
Muchas gracias por compartirlo con nosotros. Casi acabo llorando yo también...
Qué gran experiencia el descubrir que podría hablar de cosas más interesantes con niños de primaria que con mis compañeros de trabajo o amigos.
Gracias de nuevo.
¡Hola! Magnífico artículo, que me permito pedir que le dejes a una amiga profesora enlazar en si blog, http://rosag-rosa.blogspot.com, que le viene como anillo al dedo.
Saludos
Esta muy bien que tu no cobre pero está muy mal que un colegio no se pueda permitir pagar algo tan útil
Alberto, que extraordinaria experiencia :)
es una pena que la curiosidad se pierde con el tiempo :(
felicitaciones!!
Yo soy uno de esos 600 millones de personas a los que Carl Sagan conquistó. Pero ya de pequeñito (años 80), y mucho antes de conocer Cosmos, viví la emoción de descubrir la astronomía a través de una enciclopedia que tenía fotos variadas de planetas, nebulosas, quasars... Haber vivido eso de niño, en mi más absoluta soledad me hace sentir mucha empatía con la situación de esos niños, yo de hecho ahora mismo desearía haber sido un niño y poder haber vivido la experiencia de escucharte...
felicitaciones por tu experiencia y gracias por compartirla.
que se me ha escapado un lagrimon al leer.
felicisades alberto ,yo me dedico a ser cuentacuentos infantil y esa emocion k tu comentas me llevo yo a casa cada vez ke me enfrento a un publico de niños.cuanto tenemos que aprender de los chavales,cuantas veces les coartamos sus ganas de saber. todos deberiamos guardar un alma de niño
dentro de nuestros corazones.
"Un día les ahogaran la duda, la curiosidad. Simplemente espero que ese momento llegue muy tarde"
Yo trabajo en Institutos y te puedo decir que suele llegar en 2º de la ESO. Las notas medias bajan una barbaridad, aumenta la desidia y no parece haber una razón clara.
Vuelve, joder, vuelve.
Excelente crónica de tu vivencia. Soy maestro de primaria y al igual que tú cada día me sorprendo por esas reflexiones de los niños que más que inocencia demuestran un uso de los recursos de los que han dispuesto en su aprendizaje.
Estoy seguro que una experiencia como la que relatas la recordarán toda su vida. Felicidades, y ojalá hubiera más gente así, con ganas de compartir el conocimiento. Un saludo enorme.
Maravilloso! Casi lloro de la emoción.
Las religiones pueden ahogar la curiosidad humana, desde luego. Pero son originadas por esa insaciable curiosidad, por intentar darle una explicación a lo que no entendemos.
Por otra parte, he de decir que -aunque obviamente hay gente que aún pueda pensar así- la religión (católica, que es la que conozco) no apoya en absoluto el creacionismo. Sabe que es el libro del Génesis es una explicación hecha en aquel momento (quizá hace 3.000 años?), simplemente :).
Y añado, como otros "comentaristas" que es un relato maravilloso, para enmarcar, y que deberíamos tener siempre presente. Gracias!
Muchas felicidades por tan maravillosa experiencia y por el excelente articulo, Muchísimas gracias por compartilo.
Increíble post, se me hicieron agua los ojos cuando hablaste del niño autista, me gustaría poder vivir una experiencia similar algún día en mi vida. Saludos desde Haití.
Estoy estudiando bachillerato, y llevo años viendo como hay que seguir unas pautas impuestas por gente que hace décadas que no pisa una clase, y sólo porque ellos lo dicen. Tanto fracaso escolar y tanta porra es porque se lo buscan: ABURREN A LOS ALUMNOS. Si intentasen diversificarse, hacer actividades, como esa, los alumnos ganarían en curiosidad, y el fracaso escolar bajaría
Buenísimo el artículo. Este año he tenido la oportunidad de hacer algo muy parecido, dando charlas en coles e institutos sobre internet y sus peligros y las sensaciones que he experimentado son muy parecidas a las que describes tú. ¡Si un día acabé firmando autógrafos! Da tal subidón de ánimo que sólo quieres repetir. Y la fórmula que utilicé es muy parecida a la tuya: preguntas. Que pregunten lo que quieren saber. Genial.
SUBLIME. Enhorabuena.
Enhorabuena por la experiencia.
Sólo un detalle...la EGB caducó en 1990 con la polémica ley LOGSE,
ahora se llama PRIMARIA o EPO (Educación Primaria Obligatoria)
Gracias por compartir tu experiencia. Hace muchos años que yo salí del sistema educativo, pero ahora que al ser padre he vuelto a involucrarme en él soy realmente consciente de lo increíblemente mal planteado que está todo. Tengo un hijo de 5 años que ya está padeciendo el proceso de doma (no te muevas, no preguntes, sé gris). ¿Cómo podemos los padres adoptar estrategias que impidan que sus mentes se adormezcan? Alguna vez se intentará diseñar una estrategia academica que no esté basada en la cátedra....
Maravilloso el relato y tu experiencia.
En mi oficio de guia turistico, en muchas ocasiones disfruto de un "grupito de insaciables de conocimientos", sobre todo de la "vejentud"....
Felicitaciones por haberte dejado llevar ante la sorpresa, convirtiéndola en una maravillosa experiencia Gracias por compartirla. Has traído a mi memoria hermosos detalles de mi época de docencia.
Por favor, si puedes, plantéate mantenerte cerca de las aulas... ;)
Un saludo!
He llegado de rebote a tu blog y te puedo decir que solo por compartir esta experiencia con nosotros y por la manera que lo has contado, y he de reconocer que me ha llegado mucho, acabas de conseguir un asiduo lector.
Anónimo
Gracias por con parti tus experiencia, los niños de ahora son muy especiales nacen con un saber interior,los llaman los niños indigos. Son muy creativos y les encanta construir cosas ponen atención y concentración en aquello que es de su interés hay varias clases de indigos.Un saludo.
Me alegra mucho leer tu experiencia. Yo llevo dos años dando clase de secundaria y existen varios días en los que con los más pequeños (1º de la ESO) me paso toda la hora respondiendo preguntas y más preguntas, sin seguir el temario, sólo les das el pie con un tema (astronomía, biología,...) y es un no parar... Hoy mismo me ha pasado con el tema del cáncer.
Es verdad que cuanto más pequeños son más interés y curiosidad tienen. Tienen mucha información a su alcance (internet, televisión,...) pero nadie que se las facilite o explique.
Gracias por compartir tu experiencia ;-)
Nen, acabo de llegir l'article i et confeso que m'ha emocionat profundament com a persona, amic teu i com a mestre que sóc. Felicitats, és una de les experiències més boniques que he llegit mai i un honor compartir amb tu aquesta visió de lo que hauria de ser realment l'escola. Alberto, ets un crack.
PD: Per suposat l'any vinent te vull a la meua escola parlant de tot això!!!
Ola,
Hermosísimo relato. Gracias por compartirlo.
Si puedes hablar con las profesoras que te invitaron a darles la charla a los niños, diles que lleven al niño que piensan que podría ser autista a un especialista en SÍNDROME DE ASPERGER. Puede que sea eso lo que tenga.
Como dijiste, debemos de sorprendernos...
Aún tenemos cosas por conocer y por compartir.
Lo mejor, es tu sentimiento de satisfacción personal, ese es tuyo y nada más que tuyo.
Gracias por comparti.
Antes que nada ¡Felicidades! y gracias por compartir tu experiencia.
Tengo apenas (1997) 14 años de estar involucrado y comprometido con el sector educativo de mi país (México), no soy Docente, fui directivo de una secretaría de educación estatal, y ahora soy consultor principalmente de instituciones educativas.
En otra etapa de mi vida profesional (industria refresquera) me llamo la atención algo qué leí en una publicación de mercadotecnia "Casi todo mundo está interesado en el futuro, pero nadie habla con él". Se refería que se hacia poco caso a los niños y niñas (el futuro), es decir, se hablaba poco con ellos o no se les preguntaba los suficiente ¿Qué tiene que ver esto con la platica de Astronomía en una escuela primaria? Bueno que ocurre frecuentemente lo que tu mencionas en tu narración "Siempre han sido institutos o universidades. Centros cívicos o culturales. Pero chicos tan pequeños nunca", es decir, que mentes brillantes de las distintas profesiones pocas veces se ven interactuando con niños tan pequeños y permitiendo que ellos pregunten, y pregunten y pregunten.
Yo he estado varias ocasiones platicando (Qué te gusta, para que eres bueno) con niños y niñas de primaria (me fue muy bien), y con adolescentes (no estuve a la altura, no pude empatizar con ellos), por eso creo entender tu emoción. Ojala pongas en tu Agenda visitas periódicas a más escuelas, estoy seguro que hay más niños, niñas y adolescentes que puedan favorecerse de tus conocimientos, de tu disposición a platicar con ellos, a creer en ellos, a respetarlos porqué saben preguntar, porqué se atreven a preguntar. Y por supuesto que después lo compartas con nosotros.
Un abrazo. He disfrutado mucho leyendo esas lineas. Hay cosas que merece la pena escribir y leer, y esta es una de ellas.
Bravo. Emocionante post. Me quedo con esta frase; "Ellos que con su inocencia no tienen reparos en aventurarse con preguntas por las que unos años más tarde les tildarán de "tontos" o "estúpidos", sin saber que el hecho de realizar la pregunta les pondrá inmediatamente por encima de esos que les faltaran el respeto. "
Anwar Vázquez comentó: "Excelente crónica de tu vivencia. Soy maestro de primaria y al igual que tú cada día me sorprendo por esas reflexiones de los niños que más que inocencia demuestran un uso de los recursos de los que han dispuesto en su aprendizaje. "
Hay que tratar de que aprendan que tonto será el que no pregunta, utilizando ese miedo a quedar como un tonto como recurso, ¿o mejor sería que nunca tuviesen ese miedo?. ¿Es competencia?. ¿De dónde viene?. Cuando los niños tratan de ningunearse entre ellos, y haciendo extensiva la pregunta a los adultos, todos personas, ¿responden a una forma de socialización?, ¿una manera de relacionarse?.
Ups, creo que hago demasiadas preguntas...
Muy buen artículo, me ha dejado gratas impresiones, espero que repitas mas pláticas, lástima que no andes por México, saludos.
Muy bonito todo pero creo que nisiquiera un apasionado como tu puede afirmar od esmentir que existen los extraterrestres. No creo que esté bien decir que la gente que dice que hay extraterrestres aqui sean malos, simplemente tienen opiniones diferentes y los niños se van a encontrar el resto de su vida con gente con opiniones diferentes que no tienen porque ser malos. La maldad es ir hacer daño fisica y emocionalmente a alguien, no creo que tenga que ver con lo que diga alguien sobre los extraterrestres
No me ha quedado más remedio que señalarte con el dedo: http://unbosqueinterior.blogspot.com/2012/01/inolvidable.html
Buenas!! Realmente no sé por dónde empezar!! Quizá diciendo que es la primera vez que entro en su blog y que por desgracia coincido con un acontecimiento negativo en su vida que hace tambalear la continuidad del blog.Sin embargo decido continuar buceando en esta web en la que llevo varias horas (encima un sábado noche jaja) y me encuentro con esta joya!!
Es un artículo increíble!!! Emocionante que por qué no decirle me ha hecho sonreir mientras varias lágrimas recorrían mi rostro. Y por ello me atrevo a decirlo (algo que no me atrevía en el post donde anuncia su falta de ganas de continuar) a que no lo haga, que no deje aparcada la ciencia que estoy seguro que en numerosas ocasiones te ha hecho sentirte pleno, satisfecho y realizado.
Ojalá decida continuar, mientras tanto tengo el consuelo de que me quedan muchas entradas por leer.
Gracias y un saludo!!
Hola Alberto,
yo también me he emocionado de verdad. Mientras te escuchaba también me emocioné, pero conseguí no sacar lágrimas... pero hoy, solito, puedo sueltarlas tranquilamente :)
Solo he pensado en este vídeo, a lo mejor ya lo conoces:
http://www.ted.com/talks/ken_robinson_says_schools_kill_creativity.html.
Hugs, y gracias, de verdad.
es precioso. EStoy estudiando para impartir clases a los mejores alumnos que existen: los niños. Jamás hay que negarles el deseo de aprender.